Quizás la madre de Esteban no es consciente de que, gracias a su reflexión, el mismo día en el que su hijo tenía que elegir sus futuros estudios le convirtió en uno de los pioneros de la EPI: uno de los primeros 60 alumnos que arrancan el grado de Ingeniería de Organización Industrial, ese que tanto le ha costado a la Escuela conseguir y que tanto éxito ha tenido. Porque Esteban García, tras muchas dudas, tras descartar el deseo paterno de optar por Informática, se había decantado por Ingeniería Electrónica. «Pero hijo, si tú nunca me has preguntado nada de ese tema, nunca te has interesado por un enchufe. Tú eres más de organizar». Palabra de madre.
Contaba la anécdota ayer Esteban pocos minutos antes de entrar a su primera clase. Junto a algunos de sus compañeros habían asistido al encuentro con el director de la Escuela Politécnica de Ingeniería de Gijón, Juan Carlos Campo, que había querido darles un recibimiento especial. Son 60 buenos alumnos (han tenido que lograr notas altas en la EBAU), el 40% de ellos mujeres, que en teoría reúnen este perfil: «Personas con capacidad de trabajo, capacidad numérica y de abstracción, que tengan ilusión e iniciativa, con gusto por las tecnologías y el estudio teórico-práctico, con interés en la industria y en la economía, así como en la gestión»
Todos los inscritos podrán elegir entre más de 300 empresas para sus prácticas
De hecho, es esa parte de gestión, mezclada con la propia ingeniería, lo que acabó de decidir a la mayoría de los nuevos alumnos (excepto a Esteban, claro). «Toda la vida me han interesado las ingenieras, especialmente Telecomunicaciones. Pero en realidad, no era lo que quería y había empezado a pensar en Administración y Dirección de Empresas. Pero me enteré de que surgía este grado, que era una mezcla de lo que me gustaba». Y así se decidió Jorge Pastrana, un 10,2 de nota e itinerario bilingüe, sin nervios y muy seguro.
La misma reflexión llevó hasta la EPI a Lidia Prieto, también un 10,2 de nota. «Contenta, con muchas ganas de empezar». Confiesa que de no haberse implantado Organización Industrial se habría quedado con Telecomunicación. A Lidia, como al resto de sus compañeros, les toca ahora también una labor casi de información, a las continuas preguntas de «¿eso qué es?», cuando explican lo que están estudiando.
Paula Cadavieco es una de las alumnas que consiguió entrar en la segunda lista de admitidos, con un 8.85. Quería esta ingeniería, lo tenía claro. De hecho, si no hubiera existido Organización hubiera cambiado de rama y se hubiera ido a Física. Paula y el resto conseguirán, tras cuatro años de estudios (los dos primeros compartidos con el resto de ingenierías), afrontar perfiles profesionales de planificación y dirección estratégica y gestión de la innovación; organización de empresas y diseño y gestión de sistemas productivos y logísticos; gestión de la cadena de suministro; monitorización y mejora de los procesos productivos, así como la docencia e investigación.
eba.