Los universitarios extremeños pagarán el próximo curso por su matrícula 8 euros, casi lo mismo que cuesta ver una película en el cine. Para ello, el único requisito que tendrán que cumplir es aprobar el curso en primera convocatoria. Es la universidad ‘low cost’ a la que se apuntará Extremadura a partir de septiembre, convirtiéndose en la segunda comunidad autónoma después de Andalucía en extender la gratuidad de la educación a la enseñanza superior.
La medida aprobada por la Asamblea de Extremadura el pasado mes de junio se materializará en un nuevo decreto de tasas públicas, que la Junta sacará previsiblemente en julio y que entrará en vigor en el próximo curso 2019/2020. Con ella, se bonificará hasta el 99% del coste de las matrículas tanto para los grados como para los másteres oficiales que se imparten en la UEx.
Por tanto, estrictamente no se podrá hablar de gratuidad total, pero sí de matrículas simbólicas para los alumnos. Esto es así porque quien tiene la competencia para fijar la horquilla de precios de las universidades públicas es el Gobierno central y, por tanto, para no saltarse la ley la Junta ha determinado que los alumnos solo paguen el 1%.
Con este sistema, los estudiantes de Grado se costearían la matrícula del primer año académico de carrera y el resto de los cursos el 1% si consiguen superar todas las asignaturas en primera convocatoria (lo que incluye las ordinarias de febrero y mayo y las extraordinarias de junio y septiembre).
La Junta será la que asuma el coste de esta medida, que rondará los 5 millones por curso
En el caso de los másteres aún será más ventajoso, ya que el primer curso también lo tendrán bonificado en función del número de asignaturas superadas en el último año de carrera; es decir, a un buen estudiante podría salirle prácticamente gratis.
Traducido en números, el 75% de una carrera universitaria en Extremadura lo pagaría la Junta. Teniendo en cuenta que matricularse en la UEx cuesta de media 865 euros, el alumno que no suspenda pagaría 890 euros (el primer curso más el 1% del resto de años hasta completar la carrera) por el Grado completo, frente a los casi 3.500 que le costaría ahora.
Las bonificaciones llegarán a todos los alumnos, al margen de la renta: El alcance de estas ayudas será universal, es decir, para todos los estudiantes independientemente de su renta familiar. Y en resumen su funcionamiento es sencillo: por cada asignatura que apruebe el alumno, tendrá otra gratis para el siguiente curso.
La música de esta medida suena bien en la comunidad universitaria, aunque hay cierta cautela todavía. También se pueden escuchar algunos reparos que tienen que ver con la desconfianza de que ese dinero que debe aportar la Junta lo detraiga de otras partidas que se dan a la UEx, o por el hecho de que sea un café para todos, sin distinguir por renta familiar ni por nivel de dificultad de los estudios.
De momento, con las matrículas gratis se quiere sobre todo hacer frente a la caída de las matriculaciones, que este curso ronda las 20.000, y así, retener el talento de los jóvenes extremeños. Como telón de fondo, está el reto demográfico.
Se trata, en definitiva, de hacer atractiva la Universidad por la vía del coste cero, teniendo en cuenta que Extremadura ya es una de las regiones donde es más barato estudiar (en Cataluña, por ejemplo, cuestan el doble), que las tasas están congeladas y que se pueden pagar hasta en diez plazos.
Sin embargo, hay una realidad, que justifica esta necesidad: la mitad de los estudiantes extremeños que hacen la Ebau (antigua Selectividad) se van a estudiar fuera, el grueso a Andalucía (donde las matrículas universitarias ya son gratis), Salamanca y Madrid. Y de ellos, entre el 20 y el 40% ya no regresa.